Te soporto cuando callas y pareces muerto,
Me ignoras todo el tiempo y mi soledad ni te roza.
Parece que el frío corazón se te haya helado
y parece aun que un clavo te punzara el tórax.
Como todas las cosas señalan tu existencia,
Emerges de todas ellas y amargas mi alma.
Moscón de pesadilla unido a la malquerencia,
sin pretender me evocas desmedida desgana.
Te soporto cuando callas y lejano pareces.
Y sigues quejándote, polilla discordante.
Me escuchas desde lejos y mi voz se enmohece:
Deja que me libere del silencio constante.
Deja que te pague también con mi silencio,
limpio como un cristal, como el agua transparente.
Eres como una cueva oscura, fría y húmeda.
Tu silencio es un trueno, demoledor e hiriente.
Te soporto cuando callas y pareces muerto,
distante y orgulloso como un alma ausente.
Una mirada entonces, un gesto huraño bastan,
y deseo con todo mi ser que sea incierto.
- Autor: sondemar (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de noviembre de 2010 a las 13:03
- Comentario del autor sobre el poema: Un insignificante homenaje al gran Neruda.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 435
Comentarios2
Elegante Neruda, sus versos inspiraron los míos, aunque estos no alcanzan ni de lejos su brillante estela.
Muy buen poema que me dio mucho placer pasar por tus bellas palabras y leer, un abrazo
Muchas gracias, Nelly
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