MEDITANDO

                                                    MEDITANDO

Quería volar por las nubes, romperlas e ir mui lejos. Quería pasear por encima de las olas, sentir su frescura sin mojarme.

Quería ser algo más de lo que soy. Saber, conocer, pasar mis manos por las estrellas, poder ir más allá de donde solo existe el sueno imposible que inventamos en la letargia de la ilusión.

El amar se pierde, con el tiempo, queda solo un sentimiento dulce y nostálgico de que nunca supimos en verdad su significado.

Son tantas las pérdidas, su rastro es inmenso, mojado por lágrimas, dolor y pena que ya no tengo ninguna para llorar por mí.

Mis brazos estrechan sueños y no siento más que estoy abrazando lo que no existe.

Dulce e pobre viajante con figura de mujer. ¿Qué podré esperar del mañana?

¿Será que lo tengo? ¿E cuantos más?

Por nada saber, es que quería volar, romper las nubes, calentar mi cuerpo con el calor del sol, refrescarme volando por encima del mar, sentir el infinito, mirar más allá y saber mucho más lo que sé.

Desbravar florestas densas, donde es todo verde e húmedo, oliendo a tierra mojada, sentir los ramos de los árboles rozando mi piel y coger la savia de la vida dándome fuerzas para vivir lo mejor que pueda, en este interminable, sin sentir e de nuevo llenar mi corazón de esperanzas.

 En el juego de la vida, no supe no pude, jugar como debía.  Pienso yo que la culpa es mía de haber perdido como perdí.

Quizá en tiempos lejanos, cuando ya no lo pueda ver, otros perderán mucho más de lo que piensan me ganaran.

Inmensa nostalgia, tengo un vacío que nadie lo llena y siendo una figura de mujer pobre y triste viajante, que ya poco espera del mañana, aun quiero volar y romper por entre nubes y volar por encima del mar refrescándome sin me mojar.

Soy tu recuerdo, soy lo que resta de ti, soy lo que nunca he querido.

Oporto, 23 de noviembre de 2017

Carminha Nieves (secreet 50)