PLEGARIA DEL HIJO ARREPENTIDO
Madre, tú que me trajiste al mundo,
tú que me diste cariño y un amor profundo.
Madre, tú que conmigo perseveraste,
a pesar de las dificultades, tú nunca me abandonaste.
Madre, tú que me guiaste sin lastimar,
tú que ruegas a Dios por mi bienestar.
Madre, tú que me soportaste toda insolencia,
tú que muchas veces me lloraste por mi indiferencia.
Madre, tú que tantas veces curaste mi herida,
y yo tan solo he amargado tu vida.
Madre, ahora yo sufro el vacío de tu ausencia,
que me escarba la conciencia.
Madre, este arrepentimiento es un fuego que calcina;
es un puño letal que en vida me asesina.
Madrecita, hoy que mi corazón te añora
y mi alma te implora...
que me perdones, Madre… que me perdones.
Corazón Bardo ©
- Autor: CORAZÓN BARDO (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de noviembre de 2024 a las 15:29
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 9
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Marco Gutierrez Jaldin, pesetoman, EmilianoDR, Eduardo Rolon
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