La noche se reclina en la montaña
y canta el manantial entre las quiebras:
va Andrómeda tejiendo con sus hebras
la urdimbre de su blonda telaraña.
Se emboza en las tinieblas la cabaña:
los céfiros galopan como cebras.
y pasan, cautelosas, las culebras
como almas de rencor, en la maraña.
El ave nocturnal rima sus trinos
mientras pasa una fuga de saínos
el bosque estremeciendo en la carrera.
Se esparce en el ambiente olor de poma
y en tanto por los árboles asoma
la luna como añosa calavera.
Poeta: Lisímaco Chavarría . Tomado de Páginas ilustrada. Revista Semanal. 1908
- Autor: Hugin & Munin (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de noviembre de 2024 a las 20:30
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 27
- Usuarios favoritos de este poema: Josué Gutiérrez Jaldin, JUSTO ALDÚ, Antonio Pais, Mauro Enrique Lopez Z., Carlos Estrada Monteagudo, Sergio Alejandro Cortéz
Comentarios1
Sencillamente hermoso, grata lectura.
Saludos, feliz día, Alex.
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