La calaca es estudiosa,
es flaca pero juiciosa
en el ataúd oculta
sus huesos, mas, es muy culta.
Y desde el jardín de niños
a la muerte le hace guiños,
terminó bien su primaria
busca telesecundaria.
La quiere para su tumba,
exploró cerca de Ozumba,
pero, como no halló nada
enfadada, enojada.
Partió para Zoyatzingo,
ahí anduvo el día domingo
y encontró una linda escuela
que le encantó a la chicuela.
Quetzalcóatl bien se llama
tiene prestigiosa fama,
ya contrató la mudanza
para pronto sin tardanza.
Llevársela hasta el panteón,
el más frío de la región;
la tal parca pela el diente
necesita de más gente.
Un buen montón de estudiantes,
maestros, director, radiantes
puros buenos elementos
aplicados... no jumentos.
Autora: Marijose Rodríguez Ramos
Amecameca de Juárez, Estado de México, a 30 de octubre del 2024
- Autor: Gonzalo Ramos Aranda ( Offline)
- Publicado: 2 de noviembre de 2024 a las 01:36
- Categoría: Fecha especial
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: Marco Gutierrez Jaldin
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