Me retiro a mi soledad eterna.
Enciendo esta noche una linterna
entre el frío que por esta ventana
entra a borbotones, como mi alma
en la muerta materia desvencijada
haciéndola jirones de blanca niebla.
Me retiro a mi soledad eterna,
aunque nunca daré por perdida
aqueya estreya que briya a oriyas
de mi vida, entre marea y arena...
Me voy volando al alba al despertar
a esta realidad tan extraña,
que se sueña, es la verdad...
Me voy flotando en una ola enfática,
a toda velocidad, cortando las aguas,
y la gran distancia que nos separa igual.
Rai, cortando la limitada máscara de una realidad mas elevada que la nada, se proyecta hacia afuera: celaje intenso y tan bien imaginado, recreado en sus avernos prosopoéticos, purpúreo y con rasgaduras de un matiz místico y rojizo en los cortonos del mundo recién anochecido, mezclado con un azul de aguas profundamente sumergidas, y delante de él el mar es espejo, cual pulido metal paralelo a la pura luz que cae desencadenada sobre todo lo opaco y finito... Da otra calada, sabor amargo y tan dulce (o casi) como aqueyos labios húmedos, ay! aqueyos labios húmedos de veneno, pero cuyo recuerdo siente seco y desgarrador como las arenas de un desierto durante un verano negro, ahora exhala tiempo, parpadea despacio varias veces, a la vez que piensa en algún texto esotérico, en una frase que lo envuelve entre redes de atrapante libertad: grácil excepción del dios mas reservado la sonrisa que tanto ensancho así abrazando toda la vertiginosa amplitud de esta sagrada noche, como cada día, reflejo de una sensación soñada y dada por perdida hasta que me alcanza un haz de esperanza... Se dice a sí mismo: palabras, palabras y mas palabras cayendo como gotas de agua, como partículas suspendidas en el aire que respiro por inercia o necesidad o necedad; quién sabe? Ela habla tanto que se me mete en el pensamiento su voz pueril, me yena y me vacía, me sedimenta y me yeva hacia su mundo, que es un mundo ajeno al de cada día; su labia febril y contagiosa es una puerta abierta por la que me escurro afuera de tantas mortíferas rutinas...pero he de adaptarme a su ausencia, no tengo alternativa, y por momentos eso me exaspera y me voy a dormir enseguida...
- Autor: Original Oriflama Infinita ( Offline)
- Publicado: 3 de noviembre de 2024 a las 12:44
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 13
- Usuarios favoritos de este poema: Josué Gutiérrez Jaldin, Ramón Bonachí, Sergio Alejandro Cortéz, JAGC, BUSTILLOS
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