Se escuchaba a lo lejos,
el tintineo de las campanas,
era tarde de domingo,
en pleno verano,
la tranquilidad del hogar,
se veía perturbada;
a lo lejos se escuchaban,
talan talán,
pero no ya era de campanas,
era el un heladero,
con su típico cuerno,
qué al hacerlo sonar,
la campana simulaba,
así llamaba la atención,
para anunciar su pasada;
hijos y padres se alborotaban,
los niños salían a perseguirlo,
y los padres se escandalizaban,
era necesario encontrar,
el dinero que buscaban;
el heladero,
por no perder el tiempo,
poco a poco se alejaba;
no compraron nada,
porque el dinero no les alcanzaba;
a lo lejos se escuchaba,
las campanas,
de un heladero,
que con su cuerno emulaba.
- Autor: Pato_iqq ( Offline)
- Publicado: 3 de noviembre de 2024 a las 18:26
- Comentario del autor sobre el poema: Cuantas veces escuchamos al heladero pasar vendiendo en su triciclo helados por la calle donde uno vivía
- Categoría: Infantil
- Lecturas: 9
- Usuarios favoritos de este poema: ElidethAbreu, Marco Gutierrez Jaldin, Eduardo Rolon
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