Pequeños niños
En grandes pieles
De frágiles mentes
Guardados pinceles
Se lanzan piedras
En forma de ruido
Veo cómo la vida
Los ha corrompido
Deciden muy tarde
De nuevo se equivocan
Como cualquier otro, claro
Pero mucho se alborotan
En sus burlas y excusas
Entre líneas muy difusas
Mencionan a sus padres
Que no los criaron cobardes
Pero yo los he visto llorar
¿Por qué se esconden?
Los he oído gritar
¿Por qué así se responden?
“Mi crianza fue buena”
“Mejor fue la mía”
¡Pero ninguna es perfecta!
¡Creí que ya se sabía!
¿Qué no recuerdan que sus padres
También fueron niños?
Curiosos, felices
Despreocupados
Con brillo
Los veo estresados
Clavados al trabajo
Celular en la oreja
En la mano, otro alivio
Otra queja
“Licencia”
Otro dolor
“Lo aguanto”
Muy pocas veces
Tienen el tiempo
Para escuchar a sus niños
Acompañar sus cantos
Maldito, infeliz sistema
Vete al carajo
“Que un psicólogo lo haga
Yo lo pago
Por eso trabajo”
¡No me importa el dinero
Solo quiero tu abrazo!
Yo, que de lejos los veo
Con mis hermanos en brazo
Los miro hacia abajo
Y se me estrecha el cuello
Me miro las manos
¿Acaso, de grandes, seremos ellos?
- Autor: Jo Stuardo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de noviembre de 2024 a las 01:15
- Comentario del autor sobre el poema: ¿Saben? En mi vida hay tres figuras paternas principales, y los tres viven llenos de estrés. No sé si sea el trabajo, ya no tengo idea, pero sé que me gustaría verlos felices y tranquilos más a menudo.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: Marco Gutierrez Jaldin
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