Detesto el olor del cigarrillo

Cuando me apego a tu boca, sale ese hedor, apesta a cigarrillo,

contaminas mi bello aire para luego pasar e infectar mis pulmones,

¿Por qué me persigue ese aroma?, se queda en tus besos,

se impregna en mi ropa, 

lo aspiro en tu cuerpo, 

entre lo odio más se queda conmigo, 

pero también, lo he consumido, 

sea por depresión o despecho, quería tener algo de ti conmigo, 

no lo aspire, solo lo mantuve en mi boca, 

como atrapando un deseo que sabia que no se quedaría conmigo,

como si rogarte no fuera poco, quería ser parte de aquello que no me contaste, 

tus vicios, como se te cortaba la voz cuando hablabas, 

el ¿por que? estabas tan triste, 

 pero, entre mas te brindo mi amor y cariño, huyes, 

me sentí insuficiente, me sentí mal, por obligarte a quererme, 

y me sentí peor cuando, me di cuenta que el problema no era conmigo, 

ya decía yo, ¿Quién huye de alguien que solo le quiere brindar amor?, 

alguien que acepta toda su basura, 

alguien que esta dispuesta a amarlo sin perderse en el camino, 

y entonces, el problema no era el alcohol, ni las drogas, ni mucho menos el cigarrillo, 

el problema era que tu corazòn, nunca estuvo dispuesto a cambiar por estar conmigo, 

inclinas tu balanza, y pesaba mas autodestruirte y morirte de propia melancolia, 

que salir adelante y disfrutar de tu propia vida, 

y eso no me duele, no, no me importa, 

me duele, como una daga cuando bloqueaste tu mirada y me dijiste, 

no quiero nada contigo, 

como si yo hubiera sido la causante del problema, 

como si mis besos, mis abrazos y todo mi amor, 

fueran un castigo, 

no creo que no me quisieras no puedes fingir tu pulso innato que cabalgaba veloz,

cuando te recostabas en mi pecho, 

¿Cómo le puedes decir a tu mirada?, que mienta, cuando recaía en mi cuello, 

¿Cómo pudiste venir a mi casa?, solo a verme corriendo, 

no lo entiendo, si talvez me quisiste, porque elegiste tus costumbres, 

en vez de permitirme quererte y estar juntos.