Dame el martillo y el cincel
con el cual sacrificas al santo.
Dame la lanza de sangre
Con la cual disparas al Sol.
Respira este polvillo cruento, opaco
transmutador de rostros y máscaras.
Sella de cabeza a corazón
Este pacto de materia eterna
Palpa sus pliegues torcidos
Palpa, bendice la materia
En tu espíritu y en tu cerebro
y solo podrás vivir el final.
Pero viviendo podrás comenzar a morir
Para sumergirte en la luz
Y ser parido –de nuevo- por el vacío.
- Autor: Salvador Galindo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de noviembre de 2024 a las 16:00
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: Josué Gutiérrez Jaldin, ElidethAbreu, Eduardo Rolon, Dr. Salvador Santoyo Sánchez, Sergio Alejandro Cortéz, El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Gracias poeta Salvador por este poema y el martirio que narra.
Abrazos y placer de leerlo.
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