Detente
¡Detente!
Grité, para que escucharas los disparos
desesperados de mi voz, que muere.
Por favor, detén tu paso.
Te pedí, mientras corría en mis venas
el ardor de un dolor hiriente.
Haz una pausa,
que aún es temprano,
y no escampa la tormenta
que mis ojos arrastra.
No te vayas,
¡ven! Recuéstate junto a mi pecho;
déjame cobijarte, que el frío arrecia
como dagas en la piel desnuda.
¿Qué más da?
Si mañana, al despertar, descubro
un vacío de pétalos marchitos...
y tu ausencia en mi almohada.
Quédate, solo un rato más,
que al amparo de tu calor
aprenderé a ser buen perdedor.
Queda en mi abrazo,
y déjame hallar en tu cuerpo
un refugio en la tormenta,
donde los relámpagos desgarran cielos
y la lluvia golpea sin piedad.
¡Déjame esta noche!
¿Qué más da?
Y mientras duerma,
en las primeras luces de la madrugada,
vete... sin decirme adiós,
cuando se apague el último vestigio de tu amor.
- Autor: Wcelogan (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de noviembre de 2024 a las 00:13
- Comentario del autor sobre el poema: La creación artística, especialmente en la poesía, es un proceso que muchas veces no se mide en horas o días, sino en la intensidad de cada palabra. Detrás de un poema que parece simple o de unas cuantas líneas, puede haber un largo camino de búsqueda y ajuste, en el que el poeta no solo busca palabras, sino ese equilibrio invisible entre sonido, emoción y significado. A veces, la obra parece resistirse, como si tuviera su propio ritmo y se negara a completarse hasta que cada detalle esté en su sitio, hasta que la pieza se torne más una sinfonía que un discurso. Crear algo que logre atrapar al lector y transportarlo a un torbellino de emociones exige encontrar esa combinación precisa de palabras, que no solo dibuja imágenes, sino que vibra en el corazón de quien lee. Hay ocasiones en las que el artista se enfrenta a un estancamiento que puede durar días o meses, y cada línea se siente como una lucha. Sin embargo, es en esa dedicación, en esos momentos de duda y empeño, donde se forja la esencia misma de una obra. Porque no se trata solo de tener algo que decir, sino de decirlo con tal exactitud que el lector se sienta inmerso en el universo emocional del poema, y eso, como bien sabes, puede ser el trabajo de una vida.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 4
- Usuarios favoritos de este poema: Sergio Alejandro Cortéz, Eduardo Rolon, alicia perez hernandez
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