Desde el día que te conocí,
apegado a ti me volví;
ignoraste tu gemir,
y, no me echaste de ti
¡Que seguridad nació en mi!
Era día de soñadores,
yo, de habilidades menores;
luchaste contra mediocridad,
me acogiste con honores
¡Ahhh! mi dicha por tus pimores.
Ese día llegue sin nombre,
sin pizca de renombre;
ganaste el desafío,
soy tu meta hecha hombre
¡Que orgullo con alondre!
Día imposible de olvidar,
suma tus años y a celebrar;
toda barrera destruida,
juntos y listos para volar
¡Ahhh! felidad continua y sin par.
Gema de Dios, por mi adquirida,
maravilla distinguida;
a Él, gracias bendecida,
diste cuerpo a mi vida.
Agradecido, hoy que te tengo,
por el mundo voy y vengo;
presumiendo mi abolengo,
siempre tu recuerdo en mi mantengo.
Roberto D. Yoro
Olanchito, Yoro,
Honduras C.A.
- Autor: Roberto D. Yoro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de noviembre de 2024 a las 23:06
- Comentario del autor sobre el poema: Es para mi una joya muy valiosa, en el expongo lo que mi madre lucho, desde su inexperta y precaria juventud para darme por crecido, habiendo nacido, me dice ella, solamente con dos libras y medio de peso y, como ella se esmero hasta alcanzar su meta de criarme a convertirme a un ser de 60 años, que tengo ahora. Gracias a nuestro Dios, por mujeres y madres como la mía.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 16
- Usuarios favoritos de este poema: Sergio Alejandro Cortéz, ElidethAbreu, Josué Gutiérrez Jaldin, Eduardo Rolon, alicia perez hernandez, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios1
Gracias Roberto por honrar a esa digna mujer que le trajo al mundo. Toda madre que tenga un hijo como usted es bendecida.
Abrazos y buenas noches.
Muchas gracias Elideth, por tus motivadoras palabras.
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