Muñeca de Porcelana

Carlos Estrada Monteagudo



“Nunca estuve realmente loco, excepto en ocasiones en las que mi corazón fue tocado”

                                                                                                                                                                      Edgar Allan Poe

Muñeca de Porcelana

 

Roto el telón de la noche

se asoma al fin la alborada

que inunda con su opulencia

cada resquicio de mi alma.

El orto en el horizonte

presume radiante cara

y de añil viste los cielos

y abre al día ojos de nácar.

 

Al clarear vuelan los trinos

y un repicar de campanas

remonta el aire impregnando

de paz sublime mis mantas

y un rayo de sol silente

ha bostezado en mi almohada

y ensaya un gorrión su canto

justo al ras de mi ventana.

 

Se han retirado los duendes

de mi insomnio, a sus moradas,

donde forjan mi desvelo

por la flor que es mi añoranza

y promesa ingenua ofrece,

de un tiempo que no se acaba,

el tic tac constante y tenue

del reloj junto a mi cama.

 

Y abstraído en mi entusiasmo

de tanto y tanto pensarla

me levanto, ebrio de gozo,

pues la veré esta mañana.

Ella ha aceptado mis versos

y ha consentido en su carta

y apenas puedo creerlo:

me he citado con un hada.

 

Escalda un café la prisa

de un rasurado a navaja

mientras practico un discurso

que suena a frases trilladas

y ya ataviado en mi traje,

un clavel para mi dama,

robo al jardín del vecino

y raudo salgo a buscarla.

 

La ciudad en su ajetreo

me recibe engalanada,

leves ángeles traviesos

por doquier baten sus alas,

cruzo puentes y bazares,

vecindarios y fontanas

y avenidas concurridas

y calles adoquinadas.

 

Tras mi extenso recorrido

al final llego a la plaza

que colinda con la ermita

de marmórea escalinata

y bajo un olmo fornido,

en un banco acomodada

cual diosa eterna en su Olimpo,

descubro que ella me aguarda.

 

Ahí está, llegó temprano,

se desboca mi esperanza,

me acerco y nos saludamos,

reto a duelo a su mirada,

mi clavel vuela a su oreja

cual pequeña ave escarlata

y ya sentado a su diestra

la contemplo mientras charla.

 

Me acaricia el terciopelo

de sus ojos de avellana,

su negra melena en bucles

le cubre la media espalda,

su boca es una amapola

de glaseado almibarada

y el marfil de su sonrisa

destella cual luna clara.

 

Tiene un halo de misterio

su apariencia afrancesada,

tal parece una viviente

muñeca de porcelana

que ha escapado de un museo

o de una historia encantada

para reinar en mi anhelo

como absoluta monarca.

 

Lleva un vestido nevado

que esculpe su regia estampa

y zapatos charolados

y una pulsera de plata

y aroma floral liviano

de su piel brillante emana

como al viento un lirio en mayo

cuelga fragancias y alhajas.

 

De lozanía y tersura

su juventud se amalgama,

su cálida voz seduce

como la ola a la playa,

dice adorar mis poemas,

se los declamo y le halagan

y siento que el universo

gira en torno nuestro y trama.

 

Ya he olvidado aquel discurso

que inútilmente ensayara,

improviso y le declaro

mi ansiedad inusitada,

la algarabía en mi pecho,

la pasión que me desgrana

y el fuego de este embeleso

que es mi Amor puro y sin mancha.

 

No sé bien cómo a mis manos

llegaron sus manos blancas,

mas al roce me ha incendiado

lo sedoso de sus palmas.

Me aventuro al primer beso,

me corresponden sus ganas

y en la miel del desenfreno

mi corazón vibra y canta.

 

Ruboriza a los paseantes

nuestra entrega en avalancha

y por horas libo el néctar

de su aliento que me embriaga

pero aprisa corre el tiempo,

se apura en grandes zancadas

y ya casi al mediodía

me dice adiós y se marcha.

 

Su mano agita a lo lejos,

se va a sus clases de danza

y vuelvo sobre mis pasos

fingiendo cordura y calma

hasta que el júbilo ulula

con su aullido en mi garganta:

“¡Me ha besado un lirio blanco

con sus pétalos de escarcha!”

 

Y al pensarlo hay algo extraño,

ingrávidas, mis pisadas

se elevan del pavimento

y mi locura agiganta.

Las voces de mi cabeza

susurran su perorata

y una fuerza incontenible

hacia el éter me dispara.

 

Levito en veloz ascenso

sobre techos y terrazas,

mi gris corazón tocado

monta al aire en cabalgata

y reboto entre las nubes

mullidas y algodonadas

en mi éxtasis por la ardiente

muñeca de porcelana…

 

Del lecho he caído al suelo,

por Levante emerge el alba

y entre aturdido y perplejo

me pregunto: “¿Qué me pasa?”

Allan Poe murmura entonces

en mi mente alucinada:

“Un sueño dentro de un sueño

te perturba y te avasalla.”

 

Son borrosos mis recuerdos:

…sol, gorrión, reloj, navaja,

clavel, bazares, ermita,

corazón, besos… ¡mi amada!

De un gran salto me despejo,

corro a afeitarme la barba,

¡Por Dios!... casi no lo creo:

¡tengo cita con un hada!

 

Carlos Estrada Monteagudo

"No me busques antes del Alfa ni después del Omega
pues solo existo en algún punto intermedio
que es el Edén florido de tu Amor"
 
Textos incluidos en poemario "Remembranzas Añejas"
Obra registrada, publicada y con derechos de autor
Registration Number: TXu-2-310-000
Todos los derechos reservados
Copyright © 2022

 

 

  • Autor: Carlos Estrada Monteagudo (Offline Offline)
  • Publicado: 7 de noviembre de 2024 a las 02:27
  • Comentario del autor sobre el poema: Este poema narrativo está conformado por 20 estrofas octavas isométricas de arte menor en las que se ha enfatizado en la medida octosilábica de cada línea, en el empleo de la rima asonante en versos pares y en el uso variable de los acentos rítmicos al versificar. El "yo lírico" nos cuenta su historia mientras zozobra en el océano fantasioso de su añoranza. Está totalmente subyugado por una obsesión amorosa y su corazón enajenado parece habitar un mundo extravagante, aún más glorioso que el más idílico Edén. Su rara inconsciencia transmuta lo onírico de un sueño muy lúcido en confusa irrrealidad y desde la cumbre de su éxtasis su alma alucinada evoca la imagen de cierta joven mística que aparece en sus locos anhelos y cuyo recuerdo perdura incluso tras el despertar inoportuno y el regreso a la cordura con las primeras luces del amanecer.
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 29
  • Usuarios favoritos de este poema: Josué Gutiérrez Jaldin, Jaime Alberto Garzón, ElidethAbreu, Mauro Enrique Lopez Z., Eduardo Rolon, Lucía Gómez, Marianela Ivonne, Alexandra L, Poemas de Pepita Fernández, María C., Lualpri, Ricardo Castillo., DRM
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Comentarios +

Comentarios4

  • ElidethAbreu

    PoetaCarlos Estrada gracias por sus letras y ha sido un placer leer su poema.
    Estas u poemario a la venta? Deseo comprarlo.
    Abrazos y aplausos.

    • Carlos Estrada Monteagudo

      Saludos Poeta!
      Es un honor para mí que le agraden mis versos y que quiera conocer más de mi obra poética.
      En mi canal de youtube podrá hallar las versiones declamadas de mis poemas.
      (www.youtube.com/@romanceenversos5213)
      Además he publicado mi poemario "Remembranzas Añejas" en varias plataformas digitales.
      Lo puede hallar disponible en formato ebook, libro físico y audiolibro en
      (https://www.amazon.com/dp/B09WQBJLG1)
      Muchas gracias por su visita a mi sitio y por su gentil comentario.
      Pase una bendecida noche.

      • ElidethAbreu

        Muchas gracias y pasare a verlos.
        Abrazos y buenas noches.

      • Marianela Ivonne

        ¡Qué texto más hermoso! ¡Felicitaciones! Vuela la imaginación al compás de los versos...

        • Carlos Estrada Monteagudo

          Saludos poeta!
          Quedo halagado por su comentario y agradecido por su visita a mi sitio poético.
          Pase una linda noche.

        • María C.

          Son estrofas muy rítmicas.y cada una de ellas te hace sentir todo lo que reflejan.

          Reciba un saludo afectuoso

          • Carlos Estrada Monteagudo

            Muchas gracias, estimada poeta, por su apreciación de mi poema.
            Tenga un excelente día y que su musa le siga susurrando hermosos versos al oído.

            • María C.

              Lo mismo le deseo

            • Lualpri

              Excelente!

              • Carlos Estrada Monteagudo

                Saludos poeta!
                Gracias por su valoración de mi poema.
                Pase una bendecida noche.

                • Lualpri

                  Igual tú!



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