En cada aliento, nocturna

Salvador Galindo

Adonde sea que vayas

en cada aliento que tomes

en cada paso que des

cada simple día

a cada cita que acudas

tras cada puerta que cierres

mis palabras serán tu sombra.

 

Los ojos de la culpa 

no dejarán de brillar

a medida que el cielo nocturno

extravíe tus pasos;

Entonces estaré ahí

tras la llamada de escape

que haces a mis espaldas

porque sé lo que necesitas

y muy en el fondo lo que deseas

a pesar de ti misma:

ese misterio escondido

entre las bragas,

esa mirada envuelta

al calor de la vergüenza.

 

Recémosle al vacío

mientras cada uno escapa del otro

tratando de perdonarse

a sí mismo

para acabar volviendo

a lo que era en la carne,

a lo que era antes de haber callado,

haciendo de la desesperación

el estribillo que corone

nuestro último baile.

 

En cada aliento que tomes

a cada cita que acudas

tras cada puerta que abras

en cada paso que retrocedas

por insignificante que sea

mis palabras serán tu sombra

y tu sombra volverá de amanecida.

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