En el jardín de las sombras, las flores cantan secretos al viento, mientras la luna baila en silencio, sola triste y abandonada la luna escuchando el sonido de su llanto ella solo baila y polvo de estrellas pide a los asteroides que fugaces van a la tierra en que se estrellan, los pájaros escupen sus gotas y picotean su cabezota
Su cabeza solida y explondorsa facil no se derrota y los corazones de los pájaros de poco se agotan hasta expirarse y llamarse hijos de la muerte, la vieja negra te asecha cuando quiere y en el viento su materia transfiere, imponente en las eras era en cada una se encuentra y cada quien que la encuentra desembarcan sus vidas en ella
Diosa de los sacrificio dame el vestigio de ser tu amador eterno, dame el poder de acompañarte como el tiempo y que nuestras almas esten juntas en el cuarto eterno, donde calmados descansan los inocentes cuerpos y combinaran los sentimientos que tienen dentro, se ve y a ellos lo siento
Siento los niños llorar sobre el pavimento, y gritar con sufrimiento, urge el intento de descubrir que esta pasando, urge actuar y guardias llamar para calmar a las aves que no paran de estar cantando, las nubes descontroladas sus colores cambian y en sintonia vuelan en su sinfonia y alrededor de nosotros las nubes nos deja rostro a rostro y yo tonto y inadecuado con el cerebro drogado y cansado siente como el sentimiento ya no para de estar brotando y ese llamado atado en su cuello ahogando cada palabra en el pensamiento
Sincero es el sentimiento de no estar comprendiendo sincero es el querer tenerlo, sus radios se conectaran en la misma interferencia como nuestros ojos van conectando y el cigarro quedara apagado como su fugaz calor interior
- Autor: tuti (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de noviembre de 2024 a las 00:05
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 35
- Usuarios favoritos de este poema: Sergio Alejandro Cortéz, La Bruja Irreverente, Josué Gutiérrez Jaldin, WandaAngel, El Hombre de la Rosa, Eduardo Rolon, Antonio Pais, alicia perez hernandez, Mauro Enrique Lopez Z., Pilar Luna
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