Habían una luz difusa,
y un silencio envolvente,
me volví noche,
soy luz ausente.
Me entregué a un sol rosicler,
con el corazón en vilo,
cabeza de alfiler,
sin filo.
Solo robo las formas que llegan,
transformadas por esta belleza,
cuando los ojos se ciegan,
y la noche empieza.
- Autor: Romina Delucetti (Seudónimo) ( Online)
- Publicado: 8 de noviembre de 2024 a las 10:59
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 37
- Usuarios favoritos de este poema: Josué Gutiérrez Jaldin, Eduardo Rolon, EmilianoDR, Santiago AlboHerna, Soponcio, alicia perez hernandez, Gonzalo Márquez, Antonio Pais, Mauro Enrique Lopez Z., Rafael Merida Cruz-Lascano, Pilar Luna, Hugo Emilio Ocanto
Comentarios2
Me entregué a un sol rosicler,
con el corazón en vilo,
cabeza de alfiler,
sin filo.“”
Gracias por compartir tu poema con esos excelentes versos .
Saludos cordiales.
Muchas gracias, poeta, que gusto saber de ti, aprecio mucho el apoyo.
Te mando muchos saludos
Excelente y maravilloso poema, Hernán.
Muchas gracias por compartir.
Fraterno abrazo.
Hugo Emilio.
Muchas gracias, maestro, aprecio mucho sus palabras.
Saludos cordiales
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