Para mis hijos Gabriela y Matías.
Hijos míos, escuchad bien mis palabras,
el amor existe, os lo juro en mi honor,
es un fuego que quema, que hiere, que labra,
y aunque parezca un cuento, guarda su ardor,
mas pocos son dignos de tal resplandor.
Los verdaderos amigos existen, mirad bien sus rostros,
pero no os fiéis del que se ofrece sin más,
pues la amistad sincera no se vende por costos,
no espera provecho ni busca compás;
mas hallaréis pocos que sean de verdad.
La lealtad existe, os lo digo sin duda,
es un ancla firme en el mar de traición,
pero hay muchos que no irán en tu ayuda,
se llenan de sombras, de falsa pasión,
prometen el cielo y se venden al sol.
Y aunque el mundo está lleno de gente sincera,
hoy pueden parecerte raros como un astro fugaz,
son pocos los buenos que os darán su bandera,
los hallaréis cuando menos miréis hacia atrás;
caminan callados, en soledad y paz.
Así que, hijos míos, caminad con cautela,
guardad en el pecho un rincón de razón,
pues pocos son dignos del fuego en la vela
que da su calor y su luz sin traición;
proteged vuestros sueños de la falsa ilusión.
- Autor: El Corbán (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de noviembre de 2024 a las 19:46
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 16
- Usuarios favoritos de este poema: La Bruja Irreverente, Antonio Pais, Eduardo Rolon, Fabio Robles, Josué Gutiérrez Jaldin, rafa1, ElidethAbreu, Te Mereces Leer, Sergio Alejandro Cortéz, Mauro Enrique Lopez Z.
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