Qué tristeza partir así,
dejando el último jugo sin compartir.
Te extraño tanto, porque, ¿cómo no extrañar
al amor de mi vida, a quien todo me supo dar?
Fui egoísta, irrespetuosa,
una niña perdida en su edad caprichosa.
De niña juré amor eterno,
un cariño perfecto, puro y tierno.
Prometí no herir, ser siempre su paz,
pero al crecer rompí promesas sin mirar atrás.
Me rompí a mí misma buscando encajar,
y en mi rebeldía, la culpé por no entender mi andar.
Lágrimas suyas desataban tormentas,
y escalofríos herían almas desiertas.
Pero más frío era mi corazón cegado,
creyendo mentiras, por la rabia arrastrado.
Me fui sin mirar, sin decir adiós,
dejé a mi madre, la más grande de mi voz.
Ahora me inunda este eterno pesar,
¿cómo no lamentar, cómo no llorar?
- Autor: Tania Cano (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de noviembre de 2024 a las 20:57
- Comentario del autor sobre el poema: Este poema se trata de haberme mudado y haber dejado a mi mamá.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: rafa1, Eduardo Rolon, Josué Gutiérrez Jaldin, Antonio Pais, ElidethAbreu, alicia perez hernandez, Classman, Sergio Alejandro Cortéz, Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR, Jorge Izquierdo, El Hombre de la Rosa
Comentarios2
oh Venezuela patria de muchos exilios. Madurar es reconocer muchas cosas. Lo bueno es valorar a nuestros padres en vida.
Asi es..muchas gracias por leer
Me fui sin mirar, sin decir adiós,
dejé a mi madre, la más grande de mi voz.
Ahora me inunda este eterno pesar,
¿cómo no lamentar, cómo no llorar“
Excelente final de tu poema gracias por compartirlo.
Saludos y muchos éxitos.
Muchas gracias a usted..un abrazo.
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