Jugo de Fresa y Promesas Rotas

Tania Cristal

 

Qué tristeza partir así,  
dejando el último jugo sin compartir.  
Te extraño tanto, porque, ¿cómo no extrañar  
al amor de mi vida, a quien todo me supo dar?  
Fui egoísta, irrespetuosa,  
una niña perdida en su edad caprichosa.

De niña juré amor eterno,  
un cariño perfecto, puro y tierno.  
Prometí no herir, ser siempre su paz,  
pero al crecer rompí promesas sin mirar atrás.  
Me rompí a mí misma buscando encajar,  
y en mi rebeldía, la culpé por no entender mi andar.

Lágrimas suyas desataban tormentas,  
y escalofríos herían almas desiertas.  
Pero más frío era mi corazón cegado,  
creyendo mentiras, por la rabia arrastrado.  
Me fui sin mirar, sin decir adiós,  
dejé a mi madre, la más grande de mi voz.

Ahora me inunda este eterno pesar,  
¿cómo no lamentar, cómo no llorar?

 

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Comentarios +

Comentarios2

  • rafa1

    oh Venezuela patria de muchos exilios. Madurar es reconocer muchas cosas. Lo bueno es valorar a nuestros padres en vida.

    • Tania Cristal

      Asi es..muchas gracias por leer

    • EmilianoDR

      Me fui sin mirar, sin decir adiós,
      dejé a mi madre, la más grande de mi voz.
      Ahora me inunda este eterno pesar,
      ¿cómo no lamentar, cómo no llorar“
      Excelente final de tu poema gracias por compartirlo.
      Saludos y muchos éxitos.

      • Tania Cristal

        Muchas gracias a usted..un abrazo.



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