Con sangre y sudor labré caminos que no vi, soñando un futuro que pudo ser inalcanzable. Hijo, escucha, mis pasos dejé allí, con sacrificios que nunca olvidaré.
Por tus sueños luché sin desvelo, te di mis anhelos, mi vida, mi fe. Con cada lágrima vertida en el suelo, pues fue un pacto de amor que juré.
Ya no le temo a la soledad, ni a la sombra, ni al destino, pues en ti florecen mis esperanzas. Hijo, que en tus ojos divinos este la luz que cura las heridas y me den aliento.
Si mis sacrificios no hallaron consuelo, si mis sueños quedaron atrás, que para ti si se manifieste el sacrificio valorado y los sueños cumplidos.
G3
- Autor: Tavog3 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de noviembre de 2024 a las 01:13
- Comentario del autor sobre el poema: Para Mi amado hijo, SamuelGS...Siempre orgulloso de él.
- Categoría: Familia
- Lecturas: 37
- Usuarios favoritos de este poema: Josué Gutiérrez Jaldin, Antonio Pais, Jorge Izquierdo, Jaime Alberto Garzón, Mauro Enrique Lopez Z., Eduardo Rolon, alicia perez hernandez, Sergio Alejandro Cortéz, El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Hermosas letras, que lleguen al corazón de Samuel y produzcan gratitud y admiración.
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