No pienso en mí,
sueño por ellos,
ahora que peso
y veo
que la muerte
tiene vida
y cuerpo,
que habita en la tierra.
y aparece para crear desconsuelo.
No es humo,
es lo otro,
lo que llega,
lo que se coge de los pelos,
sueño,
con esto y con aquello,
con los pinceles de un poeta loco,
girasoles los suyos
en mi pueblo por los suelos.
Sueño con el niño
que vuelve al colegio,
él vio el cieno,
él se lleno de barro
y con él durmió a cielo descubierto.
Mis últimos sueños
están con ellos,
con los que cayeron
en mitad de un infierno,
riada de todo aquello
que descargó el cielo.
Por aquí un río, una rambla,
un pantano, un barranco,
todos ellos vomitando
las maldades de un siglo que huele
a todos menos a humanidad y amor,
así me siento,
de forma manifiesta inquieto,
en las noches en que me despierto
y veo el barro pasar cerca
y veo como todo aquello
que ayer era vida
ahora
mucho de ello
es mortem,
sin más recorrido
que ese que lleva camino del olvido,
mañana escribiremos,
un poema de amor dedicado a los muertos.
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Autor:
jvnavarro (
Offline) - Publicado: 11 de noviembre de 2024 a las 09:11
- Comentario del autor sobre el poema: Un poema fusionado me llama a escribir este poema, que solo es eso.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 34
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