Dudas

OscarCampos

 

Sobre la ciudad

el silencio se desliza como un reptil,

un engaño bestial,

el poder una red escondida

un aullido debajo de la tierra

 despierta la vulnerabilidad del habitante,

así teje una calma aparente.

 

El habitante,

su alma una brisa de ecos

que dialoga con sus sueños

mientras conversa con el vapor

de su sopa nocturna.

 

El poder buscas estrategias,

como una célula cancerígena:

la información solo tiene un nido

la verdad que bebe del desamor

mostrando una paz

en palabras efímera

 se enredan en una falacia

y las alas se disuelven en vuelo.

 

Los habitantes

despiertan con la lluvia

del amanecer,

su murmullo parece música ancestral

que se debate en la duda

como grietas de una represa.

 

El poder,

mostraba sus rostro y vestimentas

entre subterráneos oscuros

que en algún momento

la tormenta desnudó.

 

Hay algo que brota

como hierba entre las raíces

la memoria de una mariposa

su aleteo provoca caos

en los insectos que manipulan

el hambre en la muchedumbre.

 

Hay una lluvia que diluye el poder

inunda los subterráneos escondidos,

cuando la memoria y el pensamiento

colocan la verdad en el lugar exacto.

 

La ciudad encuentra

su voz encadenada,

y un canto abre el silencio,

los sueños son cuchillos

que cortan las amarras,

mientras el poder se reúne

en la mesa descolorida

 para una trama,

pero una luz en los ojos,

la premonición del final.

 

El asombro despierta,

la mirada traspasa el alma,

el castillo, refugio de unos pocos,

una estrategia que se disuelve.

 

La esclavitud tiene candados,

basta una sola llave

para cerrar el dolor

y abrir los espacios de la liberación.

El poder emerge…muestra caras

como una serpiente de siete cabezas

un plan que causa temor,

el pueblo tiene miles de cabezas

en una sola,

mil manos, en una sola,

una raya, mil rayas…

 

Un asombro que despierta la memoria

es lluvia para un hombre libre.

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