¡Oh, Tierra, madre herida, gemís de dolor!
Tus ríos, venas abiertas, sangran al mar.
Tus bosques, pulmones verdes, ya no respiran,
Y el aire, envenenado, nos ahoga sin par.
Porque talan tus bosques, sin piedad ni razón,
Hogar de mil vidas, ahora es un baldío.
¿Dónde anidarán las aves, dónde beberán?
¿Quién protegerá la tierra, si no somos aún?
Tus selvas,refugios verdes, ahora yacen muertas,
Cementerios de vida, sueños sepultados.
La copa de los árboles, otrora hogar de aves,
Ahora yace en el suelo, un libro quemado.
Las semillas de esperanza brotan en mi alma,
Raíces que se adentran en la tierra fértil.
Un árbol de sueños, fuerte y grandioso,
Se eleva hacia el cielo, buscando la luz.
OneyCFCuba
- Autor: Oney Cabrera Felizola (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de noviembre de 2024 a las 21:05
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 34
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Josué Gutiérrez Jaldin, Jaime Alberto Garzón, Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez, Pilar Luna, El Hombre de la Rosa
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