¿Cómo puede un joven mantener limpio su camino? Estando en guardia y actuando de acuerdo con tu palabra (Sal. 119:9).

Yeshuapoemario

 

En la quietud de la oración, el joven cristiano al cielo eleva su voz, con palabras sinceras y un corazón que no se doblega. Pide fuerza al Creador, en su divina presencia reposa, y en la sagrada escritura, su alma se entrega.

 

No está solo en su lucha de malos deseos, no en su pesar, pues en los brazos de Jehová hallará consuelo. En la ternura de un padre, en el amor maternal, encuentra refugio, un bálsamo para su anhelo.

 

Habla de sus miedos, sus sueños, su dolor, con aquellos que le dieron vida y amor sin medida. En la intimidad de su ser, busca el valor, pide fuerzas para compartir su carga, y encontrar en ellos su guía.

 

La Biblia, su faro, en la oscuridad su luz, sus principios, un mapa para el corazón errante. Cada versículo, un paso hacia la virtud, cada historia, un espejo donde verse triunfante.

 

No necesita de leyes para cada decisión, pues en su fe, encuentra la sabiduría. Cada palabra divina, una revelación, que guía sus pasos, día tras día.

 

Así, el joven camina, con esperanza y devoción, sabiendo que en su fe, nunca está solo. Y en cada oración, encuentra la afirmación, de que el amor de Jehová es su tesoro más ansiado.



 

 

  • Autor: Yeshuapoemario (Offline Offline)
  • Publicado: 12 de noviembre de 2024 a las 07:49
  • Comentario del autor sobre el poema: ¿Cómo puede un joven mantener limpio su camino? Estando en guardia y actuando de acuerdo con tu palabra (Sal. 119:9). En la adolescencia, los deseos sexuales pueden volverse muy fuertes, y tal vez otros te presionen para que tengas relaciones sexuales inmorales. Satanás quiere que te dejes llevar por tus malos deseos. ¿Qué te ayudará a no caer en la tentación? (1 Tes. 4:3, 4). Cuando le ores a Jehová, cuéntale cómo te sientes y pídele fuerzas (Mat. 6:13). Recuerda que él está ahí para ayudarte, no para juzgarte (Sal. 103:13, 14). No tienes por qué luchar tú solo contra tus problemas. Cuéntale a tu papá o tu mamá lo que te está pasando. No es fácil hablar de cosas tan personales, pero es muy importante que lo hagas. Si lees la Biblia y meditas en sus principios, será más fácil para ti tomar decisiones que hagan feliz a Jehová. Como cada vez entenderás mejor su manera de pensar, verás que no necesitas una ley para cada situación. w22.08 5 párrs. 10-12
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 17
  • Usuarios favoritos de este poema: Josué Gutiérrez Jaldin, Eduardo Rolon, Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez, El Hombre de la Rosa
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