Kamikazes desvelados van girando sobre mi lecho.
Inútiles pájaros en celo hambrientos de gravedad.
Yo, impertérrito
Soy el propio catastro de mis caídas
La propia babosa de mi confort
En edad de partir flores y cabezas.
Me inicio sin problema en la espiral de los días
Sus curvas toman la forma de un trofeo extraviado.
Las cortinas de tu yo están prontas a bajar
Lo único que necesitas es reciclar tus antiguas respiraciones,
Y de ese modo se imantan a mi sistema
Los pedazos dispersos de tu creación.
Ya soy núcleo, recipiente, envase de pulsiones ciegas
Pequeño sol hecho de polillas
Gran olla humana para brujas
Pellejo y material para sus pesadillas.
Kamikazes desvelados van girando sobre el lecho.
Inútiles pájaros en celo hambrientos de gravedad.
¡Vengan!
Permítanme la delicia de perecer
Como una bomba soñolienta
A destiempo, y
Más allá de toda combustión.
Sólo un muerto haría del sueño su vida.
- Autor: Salvador Galindo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de noviembre de 2024 a las 15:57
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 13
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Eduardo Rolon, Josué Gutiérrez Jaldin, Sergio Alejandro Cortéz, Mauro Enrique Lopez Z.
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