En el sueño profundo del polvo terrenal,
reposan personas en silencio, esperando el final.
Un susurro de esperanza, la antigua profecía,
declara que el despertar traerá la vida, no la utopía.
Daniel habló de un tiempo más allá del ahora,
donde los dormidos se levantarán con el alba.
No es un mito, ni un símbolo de fe,
sino un renacer literal que todos verán, tarde o temprano, de pie.
El polvo, metáfora de la Tumba, nos recuerda,
que de la muerte, la vida es la ofrenda.
Job y Daniel, en versos entrelazados,
nos hablan de finales y comienzos renovados.
La resurrección, un concepto tan divino,
promete un nuevo mundo, un destino.
Donde los que despierten a la verdad eterna,
conocerán a Jehová, seguirán su senda.
Mil años de reinado, mil años de gracia,
para aprender, obedecer, encontrar su plaza.
Y al final de ese milenio, la promesa se cumplirá,
vida eterna para los justos, la Escritura así lo dirá.
Así que meditemos en el polvo y la vida,
en la resurrección, esa promesa decidida.
Que aquellos que duermen, no lo hacen en vano,
pues la esperanza de la eternidad, está en el libro arcano.
- Autor: Yeshuapoemario ( Offline)
- Publicado: 13 de noviembre de 2024 a las 07:05
- Comentario del autor sobre el poema: Muchos de los que están dormidos en el polvo de la tierra se despertarán, algunos para vida eterna (Dan. 12:2). Esta profecía habla de una resurrección. Pero no se trata de una resurrección simbólica o espiritual de los siervos de Dios que ocurre durante los últimos días, como lo entendíamos antes. Más bien, se refiere a la resurrección que tendrá lugar en el nuevo mundo. ¿Por qué podemos llegar a esa conclusión? En Job 17:16 también se habla del “polvo”, y ahí se usa como sinónimo de “la Tumba”. Esto nos indica que Daniel 12:2 habla de una resurrección literal que ocurrirá cuando terminen los últimos días y después de la batalla del Armagedón. Ahora bien, ¿qué quiere decir Daniel 12:2 cuando dice que algunos resucitarán “para vida eterna”? Significa que los que resuciten y lleguen a conocer, o sigan conociendo, y obedezcan a Jehová y a Jesús durante los 1.000 años recibirán finalmente vida eterna (Juan 17:3). w22.09 21, 22 párrs. 6, 7.
- Categoría: Religioso
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Eduardo Rolon, Josué Gutiérrez Jaldin
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