Doy vueltas en medio de la nada, extrañándote,
Anhelándote, Deseandote
Mi piel extraña tu cuerpo perfecto
El fuego de tus labios rosas
Pasa el tiempo y la distancia
Y mi piel más te desea
Esa piel blanca y térsa
Suave y firme como la seda
Fresca y fragante Como un rosal
Esa piel que me embriága
Que me enloquece esa blanca piel que cubre cada curva
Cada pliegue de tü cuerpo perfecto
Forjado en la infinidad de lo eterno
De esos labios que rozan
Con lo celestial en tí, y mi alma canta
En tú piel se recrea mi ser
En tus pechos, Esos pechos perfectos
Reposan mis deseos de nuevos tiempos
En la cuna de tü vientre
Ese vientre de fuego
Descansan la razón de mis anhelos
En tí se funde la fuerza de los elementos
En tí el cosmos canta
Con la distancia y el tiempo
Extraño más Tú térsa y blanca piel
Esa piel que me embriága y me enloquecé,
Que se adueña de mis pensamientos
mientras se funde en una sola al contacto de nuestros cuerpos
De esos muslos Perfectos
Que se convierten en mi remansó
Tus labios, esos labios carmin
Dulces como el almibar
Refrescan mi alma Y sanan este viejo
Y cansado Corazón...
Es que mientras más tiempo pasa
Y más lejos estoy
Extraño esa piel blanca como la luna
Térsa como la seda
Fragante y fresca Como el rosal
Esa piel que me embriága y me Enloquece
En la cual descubro el verdadero Sentido de la vida
Mientras tus labios carmin
Me besan Y me reflejo en tus profundos ojos color miel
- Autor: Will (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de noviembre de 2024 a las 00:08
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 10
- Usuarios favoritos de este poema: ElidethAbreu, Josué Gutiérrez Jaldin, La Bruja Irreverente, William26, Antonio Pais, Eduardo Rolon, Mauro Enrique Lopez Z.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.