Llegaste a mí, mas ya no te pensaba,
la tarde de estampida y desapego;
trayendo de tu mano el florilegio
de versos que escribí mientras dudaba.
Llegaste a mí, certero y sin censura
tan grácil, caballero y tan sereno,
contigo de la mano el sortilegio
que pudo consumar nuestra aventura.
Y allí adoré tu sombra y mi figura,
imágenes, relentes de un te quiero,
con brotes de añoranza en cada arpegio
que impuso su romance con ternura.
Allí ofrecí, la magia que abrazaba,
las noches taciturnas, mis desvelos,
el beso surtidor del privilegio
que supe defender mientras dudaba.
¡Llegaste a mí, silente en la alborada!
Prendiste aquel candil sin proponerlo,
tomaste mi obsesión desde lo egregio:
¡Me hiciste claudicar enamorada!
Aimée Granado Oreña ©
Gota de Rocío Azul
Información y licencia
Código de registro: 2411150098805
Fecha de registro: 15 nov. 2024 0:40 UTC
Derechos reservados
© Todos los derechos reservados:
No se permite el uso sin autorización expresa del creador.
- Autor: Gota de Rocío Azul (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de noviembre de 2024 a las 03:15
- Categoría: Amor
- Lecturas: 13
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, JAGC, Antonio Martín, Mauro Enrique Lopez Z., La Bruja Irreverente, 🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮, Josué Gutiérrez Jaldin, Eduardo Rolon, ElidethAbreu, Antonio Pais
Comentarios1
Aimee, gracias por este hermoso poema.
Cautivante lectura.
Abrazos.
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