Confidencias ante la vela

Romey


AVISO DE AUSENCIA DE Romey
Me retiro a mi soledad eterna.
Enciendo esta noche una linterna
entre el frío que por esta ventana
entra a borbotones, como mi alma
en la muerta materia desvencijada
haciéndola jirones de blanca niebla.
Me retiro a mi soledad eterna,
aunque nunca daré por perdida
aqueya estreya que briya a oriyas
de mi vida, entre marea y arena...
Me voy volando al alba al despertar
a esta realidad tan extraña,
que se sueña, es la verdad...
Me voy flotando en una ola enfática,
a toda velocidad, cortando las aguas,
y la gran distancia que nos separa igual.

Noche: ojo latente...

y ahí estás tú, intacta,

vestida de brisa, liviana

como un sentimiento

que surge de una nube...

como solo una presencia

casi azul, dúctil

e invariablemente tú,

luz del deseo oscuro

desteyo en el firmamento

cuando clarea el alba

besánsose escarlata

en un espacio fuera

del tiempo que rueda

sin fin en la noche,

y caen imágenes al ojo

adentro del corazón

donde entras como el Sol

tú que guardas fragmentos,

recuerdos de aquel cielo,

de aquel silencioso

rumor fecundo de voces...

Labios de hielo: noche,

luz del deseo oscuro

anhelo de lo eterno,

adentro del corazón

bañado en fuego,

en un mar de ensueños,

de dulces besos

que surgen de una nube

y van viniendo como aves,

sentimientos en bandada,

como gotas de alma,

como una yuvia inusitada

cuya musicalidad

me empapa

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