Cuánto me amo mi padre
Y no lo sabía.
Cuánto amor tenía mi viejo
Y no lo percibía.
Esos detalles que me mostraban
Su amor puro y sincero.
Pasamos desapercibidas tantas cosas
Ignoramos los detalles que alimentan el alma.
Nos enfocamos en cuestiones efímeras y sin importancia...
Olvidamos que lo más importante es el amar.
Demostrar ese sentimiento a los nuestros...
Un buenos días, un ¿como estás?, una llamada, un mensaje, una visita, un abrazo, un abrazo... un te amo.
Cuánta tristeza cabe en el alma, cuando perdemos lo que se ama.
Ya no se siente un nudo en la garganta, ahora se hace ovillo el alma.
Cómo si el inmenso desierto se hubiera anidado en nuestro pecho, un vacío más grande que el mismo universo.
Y los recuerdos, ahora galopan incesantes en la mente.
Y te das cuenta que faltaron más abrazos, más te amo, más besos, más de lo que aviva el alma, de lo que despierta los sentidos.
Nunca serán suficientes mil te amo, nunca saciará un abrazo, para demostrar el amor.
Siempre faltarán más de esos detalles que llenen el alma.
Y aún así, quedará un vacío...
Un silencio inmenso.
Palabras mudas, lágrimas compartidas, con el dolor y el amor, el recuerdo y los anhelos.
¿Cuánto dura el duelo?, que tan difícil es soltar lo que se ama.
La tristeza merma mis fuerzas, el silencio se acrecenta.
Pierdo las fuerzas para seguir...
Quisiera tan solo volar a lo obscuro del universo, perderme en ese sueño.
Y tal vez, ahí, lo pueda encontrar, volver a abrazarlo, no solo una vez más.
Abrazarlo y no soltarlo jamás.
Que difícil es el adiós.
Que difícil caminar con este dolor.
Sonreír y decirle a todos que estás bien...
No se nos está permitido caer.
No hay tiempo para llorar...
Se llora en silencio, casi mudamente, como escondiendonos de los demás, que no sepan del dolor que lleva uno consigo, se llora por dentro, dónde el alma se fragmenta.
Y así, andamos, arrastrando nuestro dolor, abrazando nuestros sentimientos, llorando siempre por dentro.
Y ese nudo en la garganta que no nos deja.
Que viene acompañado de miles de recuerdos, de sonrisas, de momentos.
Que tristeza tan grande siento...
Se pierden las fuerzas, las ganas de seguir...
Ya no hay caminos hacia la felicidad...
Todos están dañados...
Solo queda un empedrado sendero, con espinas por doquier...
Es una cuesta arriba, que a gatas hay que subir...
Y paso tras paso, sonrisa tras de la tristeza, se tiene que seguir...
Aunque uno desee que hoy, sea el fin.
Wd2🎗️✍🏻
Pensamientos y algo mas.
- Autor: Wd2 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de noviembre de 2024 a las 14:59
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 18
- Usuarios favoritos de este poema: Josué Gutiérrez Jaldin, La Bruja Irreverente, JUSTO ALDÚ, Antonio Pais, ElidethAbreu, Mauro Enrique Lopez Z., Eduardo Rolon, CARLOS ARMIJO R...✒️
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