CUENCO

Silba el viento desde los pinos

Salto perpetuo que se filtra por las ventanas

Silba el niño con una piedra en los bolsillos

Y en la tierra los rastros son comunes al tacto

A dónde se fue la dignidad

Quizás la dejé olvidada

Pero ella nunca está triste

Conserva una sonrisa frente a todas las tormentas del mundo

He perdido también el conocimiento de mi especie

Los pechos inflamados no dejan respirar

Se han escudriñado todas las ventanas

Y alguien se pregunta "¿por qué está haciendo eso?"

Somos una fórmula cambiante

Y hay quienes no olvidan el olvido

Desean una mente tatuada por realidades sin tinta

Ansían una marca que recuerde su tristeza

Y hay tanta libertad que no nos permitimos

Tanta realidad distribuida en cada esquina

Tentada a ser recreada y recreada

Infinitamente enlazada y enlazada