Si olvidara que tu conocimiento es más grande que el mío, recuérdame que en el vientre de mi madre tus ojos me vieron, vulnerable como pétalos de rosa, y fijaste el día en que abriera mis ojos al mundo, solo por tu gracia.
Si el olvido visitara mi hoguera y vertiera el orgullo en mi pecho, recuérdame que soy polvo ante la majestad de tu presencia, porque es niebla mi vida, ave de paso que vuela hasta hallar en el horizonte su destino.
Si llegara a olvidar por un instante, que en el valle de lágrimas callaste mis quejas con la melodía de tu voz, recuérdame, por favor, que eres mi luz en plena noche, mi manto, mi cobija y el agua fresca de mi alma sedienta.
Si un día olvidara mi humanidad y el corazón de ingratitud se vistiera, recuérdame que de ti dependo, para vivir la brevedad de unos días y toda la eternidad a tu lado.
¡Recuérdame, Señor, te lo suplico! que el recuerdo de tus obras queme mucho más que el olvido.
- Autor: Yalibari ( Offline)
- Publicado: 16 de noviembre de 2024 a las 23:53
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., El Hombre de la Rosa
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