MI PROPIO REFLEJO ES UN DECADENTE PENSAMIENTO

Ahora todos los contornos de cada ser humano carnal me lastiman, como si todos me juzgaran. Y mi dolor se mancha de frustración, me gustaría ser como ellos. Poder tener alguna belleza parecida en mi.

Duele no poder contemplarme y no sentir alguna remota posibilidad de ser amado por mi estructura. Me he convertido en un espectro y no percibo lo que soy. Me he perdido de mi mismo. Y con cada estación me vuelvo más transparente.

Desvaneceme Dios creador de la materia porque he aprendido a odiarme tanto que no tengo perdón de mi mismo. Estoy caduco de amor propio y de aceptación.
Mis fuerzas se han derrotado en esta lucha interna.

Los colores han desaparecido y el sol no refleja más luz sobre mi. No hay nada más que mostrar.
Perdido en la nada siento un vacío en mi desolado pasaje. Termina conmigo antes que mis palabras se gasten.
Cierra mis ojos en el silencio que me envuelve y sueltame, por último cubreme y escondeme, no quiero miradas, no deseo que nadie vea mi vergonzosa realidad.

Qué solo sepan que me he ido.