Me persigue el eco de un pensamiento:
si te odié, me odiaba a mí mismo;
si te amo,
es todo el amor que he encontrado en mí.
Eres mar,
pequeño y único para el universo,
inconmensurable para quien te habita.
Soy el náufrago que llegó a tus aguas,
un accidente bendito,
y aquí sigo, flotando en tu marea.
¿Cómo es posible que tanto océano
no pueda ser bebido?
Y sin embargo,
en la orilla donde la vida roza la muerte,
cuando todo miedo se reduce al mínimo,
un sorbo de ti me estremece.
Ese sorbo,
dulce y salado como el tiempo,
cuestiona toda mi existencia,
derriba muros de certezas
y al final,
me salva.
- Autor: Milber Fuentes ( Offline)
- Publicado: 18 de noviembre de 2024 a las 18:05
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 70
- Usuarios favoritos de este poema: Milber Fuentes, Josué Gutiérrez Jaldin, Eduardo Rolon, WandaAngel, ElidethAbreu, Mauro Enrique Lopez Z., El Hombre de la Rosa, Ricardo Castillo., rosi12, dondeelyayabo, Maxi Aristarán
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