La mujer santa

Humberto Gómez Sequeira

Mirándola fijamente a los ojos,

que ella cubrió con temor,

los hombres de la razón

le preguntaron que sí tenía sentimientos

de simpatía por el suicidio.

Sonriendo con los labios

que usó para besarme

en el lago volcánico de la juventud,

ella les respondió:

"Yo soy la mujer santa,

transportadora de la llama original

del conocimiento sin tiempo".

 

HuGóS | 9-6-2012 | 3:45 p.m.

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.