Un árbol,
un ser sujeto,
una piel áspera
de intemperie,
un sentir
del que no tengo
noticia, raíz,
tronco, hojas,
fotosíntesis,
lluvia acariciando
su piel, su tierra,
su sustento,
y el barro debajo,
la cavernosidad
que el enredar
de raíces gesta en orden
a sentirse firmes, seguras
contra el rigor de un suelo,
de unos vientos, de un tiempo,
de unas tempestades
a destiempo, y de la mano
amiga, a veces, y otras no
tanto, de alguien que se acerca.
Un árbol, dos árboles
una arboleda, un soto
cercando la ribera de un río
que no deja ver— y unos patos
surcando la tranquilidad del agua,
una estela, una flecha imparable.
Un árbol, grande, frondoso,
futuro abrigo-leña de tantos
y tantos, un cielo, unas nubes
pesando arriba para derramarse
de un momento a otro.
Y yo aquí, solo, contando árboles...
- Autor: Albertín (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de noviembre de 2024 a las 08:49
- Comentario del autor sobre el poema: ¿Alguien pregunta a los árboles cómo están, qué tal el día?
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 15
- Usuarios favoritos de este poema: Alexandra L, Josué Gutiérrez Jaldin, Eduardo Rolon, Mauro Enrique Lopez Z., Dr. Salvador Santoyo Sánchez, Pilar Luna
Comentarios2
Los arboles, tan nobles y necesarios, tan entregados, tus letras con mucha alma, espiritual entrega. Un gusto leerte. Sabes, saludo mi jardín cada mañana, agradezco a los arboles, por proteger mi casa, y les pregunto como están mis amores, y de tanto en tanto también los abrazo. Un gusto leerte.
Un abrazo, feliz día, Alex.
Yo también tengo la costumbre, desde hace años, de abrazar un ficus en un parque cerca de la facultad de económicas, donde estudie. Los dos coincidimos en lo espiritual, en la paz, la armonía... Eres aire como yo, Alex?
P.D. Me gusta poder intuirte en la foto. Solo me falta verte la cara jajaj.
Otros cuentan nubes, me he acordado de Zapatero cuando era presidente, que su sueño era retirarse a contar nubes.
Jajajaja. Lo del acariciar un ficus es verdad. Voy de vez en cuando pero sigo yendo a verlo después de más de siete años.
Las plantas lo perciben todo aunque no tengan ojos, y seguro que ya te conoce desde hace tiempo, buen fin de semana.
Jajajj. Igual te deseo, Pilar.
No es broma, leí un artículo que las plantas con las que convivimos nos reconocen y tienen una sensibilidad que lo hacen a muchísima distancia. Cuando te acercas a ellas con unas tijeras empiezan a sudar y estresarse. Es un mundo desconocido.
No veas, no? Como si fuera una mascota. Gracias por la info, mancantao. A ver si te vienes un día pacá y nos conocemos.
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