I
Sumergido en el ponto, de tus ojos naufrago
si te bebo de pronto, con tu boca me embriago.
Son tus besos caricias, en fragante hidromiel
al sentir las pudicias, desnudando tu piel
cual manjar de delicias, perfumadas de miel,
con deseos y ardicias, entre tonos pastel.
Tu belleza de ensueño, corazón que me hechiza
es un mágico sueño, que a mi ser hipnotiza.
En tus labios remonto, como barca en el lago
con un roce propicias, el amor puro y fiel
al mirar tu pergeño, que tu tez se adoniza.
II
Beberé del brebaje, de tus labios carmín
pues fenezco en estiaje, cual sediento jazmín.
Irradiando pureza, con tu esencia divina,
eres tú la terneza, que entre tu alma hialina
puedo ver tu lindeza, como blanca calina
con tu boca cereza, de tu faz blanquecina.
¡En intensos rubíes, que con besos se endulce
de tu aroma y rocíes, el almíbar más dulce!
Diamantino oleaje, de la mar al confín
de tus ojos clareza, tu mirada perlina
cual la luna sonríes, sobre nube agridulce.
III
Sonrojadas mejillas, en pincel y acuarela
como frescas frutillas, que tu rostro pincela.
Esbozando tu aliento, con pinturas oníricas,
es sentir en el viento, melodías tan líricas
que con flautas ostento, las sonatas vampíricas
en el quinto elemento, de tus artes empíricas.
En el lienzo de idilios, se han teñido las flores
cual los cándidos lilios, obsequiando colores.
Con sutiles vainillas, de tu piel se constela
en mador y te siento, cual candencias tan píricas
al llegar pervigilios, en pasión de rubores.
IV
Es tu voz sinfonía, bella musa hechicera,
la exquisita ambrosía, de tu esencia lumbrera.
Suave elíxir que evoca, de tu piel dulce olor,
tu semblante me invoca, cual conjuro de amor
y mi cuerpo te toca, como abeja en tu flor
al probar con mi boca, de tu fruto el sabor.
En tu célico rostro, resplandecen tus ojos
cual luceros premostro, de la esfera a manojos.
Es el viento armonía, la canción más dulcera
que al danzarte provoca, tu anhelado pudor
y ante ti yo me postro, por tus tiernos sonrojos.
V
Al verter de rocío, purificas mi esencia
con tu cuerpo en el mío, de sentir tu presencia.
En la mística danza, de la luna en la mar
su reflejo no alcanza, tu belleza abrasar
con la luz que nos lanza, tú reluces de estar
como estrella que avanza, por el cielo al brillar.
Es tu amor sempiterno, mi utopía anhelada
al creer que en lo eterno, yaces tú dulce amada.
Tu pasión es estío, de arrebol tu querencia,
es tu hermosa semblanza, néctar suave y manjar
cual ardor del averno, tu caricia soñada.
- Autor: poechicero (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de noviembre de 2024 a las 11:29
- Categoría: Amor
- Lecturas: 13
- Usuarios favoritos de este poema: Josué Gutiérrez Jaldin, Eduardo Rolon, Mauro Enrique Lopez Z., Tommy Duque, Randoc Nadino
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