No le temo a lo que está por venir,
Si es que viene, porque todo en el camino
Ha sido quimera.
Eso no es una muerte cualquiera.
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Con lo que siento pudieran
Nacer los campos y florecer
En ellos tu alma y el alma mía.
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La tristeza en persona
Es saber que existo
Y tú no lo sabes.
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Aceptaré de qué estoy echo
Si tú eres inmortal en mi pecho.
Solo la muerte podrá saber eso.
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Saldré de casa a quemar mi nombre,
Y tú que no pisas por donde
Pisan los coches, que no sea
Piedra que prendan mis noches.
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Llegué tarde
¿Qué hago ahora con la mano?
No hay apósito que cure
Dos heridas.
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Nos parecemos a los girasoles:
Una mitad siempre encendida,
La otra mitad sueña,
Y por soñar, gira la vida.
- Autor: Lakota (Seudónimo) ( Online)
- Publicado: 20 de noviembre de 2024 a las 12:45
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: Josué Gutiérrez Jaldin, Fabio Robles, Mauro Enrique Lopez Z., Javier Julián Enríquez, ElidethAbreu, EmilianoDR, Charlie Aritz, El Hombre de la Rosa, Pilar Luna, Ricardo Castillo., JAGC
Comentarios1
Querido Andy, hoy hemos andado entre girasoles amigo. Esos girasoles que nunca fallan en girar.
Me ha cautivado y esa imagen tan hermosa complementa las letras.
Abrazos.
Te he leído y hemos coincidido, y sí, los girasoles se parecen a la vida y la vida a los girasoles.
Abrazos desde el otro lado.
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