Todo lo amado se hizo vapor,
El fuego hambriento lo devoró.
Quedan cenizas, sombras, dolor,
En un silencio que es puro ardor.
Las paredes gritan en su calcinación,
Memorias quemadas, piel que se va.
Un eco triste, la nada y más,
Nada que arrulle el desolador temblor.
Sólo el humo queda, triste testigo,
De un hogar perdido en un cruel destino.
- Autor: de la Flor Ruiz ( Offline)
- Publicado: 20 de noviembre de 2024 a las 17:37
- Categoría: Triste
- Lecturas: 18
- Usuarios favoritos de este poema: ElidethAbreu, Pilar Luna, Josué Gutiérrez Jaldin, Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez, El Hombre de la Rosa
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