PARA N.V.

Murialdo Chicaiza

Muchacha a ti jamás podré tenerte

tu empiezas, pero mi vida marchita

ya mi corazón de pesar palpita

entre sombras, así será mi suerte.

 

No estás conmigo, jamás he de verte

mi triste pena es, mi vida fortuita

al final la muerte me llama e invita

a mi corazón, pronto ser inerte.

 

El al final olvidará mis penas

nunca tendré tristezas ni premura

la sangre no correrá ya en mis venas

 

mi alma loca, por fin tendrá cordura

y se aleja cuerda, triste y serena

sola y libre, al fin, de toda tortura.

 

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