Si no se puede ir a la patria
la patria viene a uno,
se salpica el alma
de matices universales
que evocan unisonamente
a la universalidad.
Días de desarraigo,
tambaleantes y vulnerables,
escribiendo con los ojos inundados
por el oceano de emociones
que brota desde las profundidades
de la sensibilidad.
Desear entrar en el descanso anhelo,
no a la muerte, ni al reposo físico,
sino al del espíritu,
que divagando errante entre
geografías insólitas
y peregrinando de un corazón a otro,
se diluye la realidad.
Un vaivén indescriptible,
un sendero de intensiones
guiado por deseos,
impulsado por emociones ,
y la neblina de los anhelos
distorsiona el rumbo certero.
Como un barco que transita contra toda marea,
tambaleante y desafiante,
como si exorcisace este a las siniestras olas,
impetuoso y sereno,
con un océano por delante
aunque pareciera que del charco nunca hay avance.
Si romancear con el agua pudiera,
comprendería que es como navegar en tierra,
como si los remos condujeran
hacia donde no hay ninguna certeza.
Abandonarse al enigma de la vida,
refugiarse en lo intangible,
en lo materialmente insostenible,
pero que espiritualmente
es lo único factible.
- Autor: Enigmático (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de noviembre de 2024 a las 03:50
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1
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