Esparciré la noche a cuatro vientos,
por acres naranjales, por olivos;
cenizas conjuradas, granos vivos,
bajo claros de luna amarillentos.
A contraluz: relampagos y montes;
a contrasombra: truenos y caballo.
Antes de que sus voces cante el gallo,
la ira degollará los horizontes.
Llevaré al camposanto tanta noche,
responso que la vida no merece.
¡Oh, cochero, que llegas con tu coche!
¡Río, cuyo caudal jamás decrece!
Decidle esto a la muerte y su derroche:
«Te aguarda entre los montes; ¡aparece!»
Claudio M. López ©
- Autor: Claudio M. López ( Offline)
- Publicado: 21 de noviembre de 2024 a las 04:41
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: Soponcio, Mauro Enrique Lopez Z., Josué Gutiérrez Jaldin, JAGC, EmilianoDR, Andy Lakota👨🚀, Ricardo Castillo., alicia perez hernandez, El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Claudio, que buen soneto nos regalas.
Me ha gustado mucho y el cierre es de oro puro.
Saludos cordiales y gracias por tu entrega.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.