Eres la calma que abraza la brisa,
yo soy la llama que todo desliza.
Tú traes la luz donde reina el abismo,
yo dejo huellas de negro cinismo.
Tus manos siembran colores y estrellas,
las mías borran las huellas más bellas.
Tú eres canto, dulzura y bondad,
yo soy tormenta, rencor y maldad.
Eres la luna que danza serena,
yo, el huracán que todo envenena.
Tu risa es agua que limpia dolores,
mi voz, un eco que apaga las flores.
Mientras tú elevas los sueños al cielo,
yo clavo espinas en cada anhelo.
Somos dos almas que nunca coinciden,
dos mundos rotos que siempre se olviden.
Y, sin embargo, en este contraste,
hay algo en ti que mi sombra abrigaste.
Quizás en tu luz mi penumbra se muere,
o en mi negrura tu esencia florece.
- Autor: ♟️♣️ (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de noviembre de 2024 a las 13:41
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: nachosol, Josué Gutiérrez Jaldin, alicia perez hernandez, Pilar Luna, Mauro Enrique Lopez Z., El Hombre de la Rosa
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