Yo no sé, hasta donde y cuando soportar la situación – De la vida

… Y en la noche, desvelado, pensar que a ser,     

Hasta donde y cuanto, puedo soportar la situación…

syglesias

Presenta

Del ciclo de la Vida en Parejas…

Yo no sé, hasta donde y cuando soportar la situación – De la vida:

“A veces, la vida, dice, amas con ilusión,    

Lo que, por amor, sufrirás con devoción.”

Yo no sé, hasta donde y cuanto, puedo soportar la situación,

De verte, casi siempre, pensativa, indiferente y preocupada,

Distraída, por alguna u otra razón de vida, que desconozco,

Desconozco, por qué, cuando abordo con ciertas preguntas,

Bajas, cabeza, rehúyes las respuestas, no sostienes la mirada,

Como en verdad, temieras algo y tus ojos fuesen a delatarte,

Yo no sé, hasta donde y cuanto, puedo soportar la situación,

Esta condición nos está llevando poco a poco a una soledad,

No compartes, ninguna reunión, que comprometa tu pensar,

Pensar, compartido, que antes teníamos de un mismo sueño,

Por camino a transitar y similar destino, que estaba escrito,

Pero por espacio y el tiempo tenido dijo, esto no va a pasar,

Yo no sé, hasta donde y cuanto, puedo soportar la situación,

Las lágrimas de estíos, desde ese entonces,  no han cesado,

De correr el rostro, rezando el credo que me has enseñado,

Enseñado, pero sin aprender a perdonar, para luego, amar,

Evaluado lo ocurrido y aplicar lo aprendido por los errores,

Cuando te vi, la primera vez cambiada, sabía que era cierto,

Yo no sé, hasta donde y cuanto, puedo soportar la situación,

Que mi amor, no llegue al corazón y lo llene completamente,

Sin embargo, a veces deseo que vuelvas más no siendo igual,

Igual, por mucho que he tratado olvidar, estoy desesperado,

Repito, esto no puede ser, no sé, si fueron los besos o abrazos,

Lo que hiciste durante años, que me han dejado a ti atrapado,

Yo no sé, hasta donde y cuanto, puedo soportar la situación,

Será que luego de darlo todo por sentimiento, estoy sin nada,

Pero a pesar de haber en un principio amor, el amor, acaba,

Acaba, cuando el deseo y gusto por la carne, quedó, saciada,

Llegando a ser rutina al cuerpo desnudo la caricia más divina,

Un jugar, te quiero y amarnos con besos, ya no hacen milagros,

Yo no sé, hasta donde y cuanto, puedo soportar la situación,

Porque, amarnos por el solo placer de hacerlo, sin un sentido,

Es como rozar un instante al desear más bien, arañar ese lugar,

Lugar, que olvidamos al borrarlo de la mente, viendo el final,

Estando, frente a frente, pero sin anhelar, notándonos el rostro,

Recordando, sincera y sentidamente, nuestra amada, presencia.

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Sergio Yglesias García

Caracas, 22/11/2024 07:00 P.M.