Lluvia, apaga la sed que habita el alma
de la tierra, bendice la simiente
de los campos, que el río sea fuente
y navegue crecido en brava calma.
Que nazca el trigo verde y vigoroso
y sus espigas crezcan en muy buena
hora, que amasen pan y la gangrena
del hambre la enterremos en un foso.
Que ningún niño sienta sed ni ayuno,
que en sus ojos fulgure la alegría,
que no sientan jamás la pulmonía
del abandono cruel, en modo alguno.
Que la barbarie nunca les asalte
y que en sus vidas siembren primaveras,
que les abran caminos y fronteras
y un libro entre sus manos nunca falte.
- Autor: Rosario Bersabé (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de noviembre de 2024 a las 05:10
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 88
- Usuarios favoritos de este poema: Classman, Alexandra L, Lorenzo13, FRANCISCO CARRILLO, Soponcio, Francisco Javier G. Aguado 😉, Mauro Enrique Lopez Z., ElidethAbreu, Fabio Robles, Josué Gutiérrez Jaldin, nachosol, Ricardo Castillo., Mauro Jesús (mallito), Lucía Gómez, Maxi Aristarán, Javier Julián Enríquez, Paris Joel, Isabel Ortiz
Comentarios4
Hay mucha belleza en tus versos, inspirados en un día mejor para todos, gusto leerte.
Saludos, feliz día, Alex.
Muchísimas gracias, Alex. Tu visita me llena de gozo.
Poetisa Rosario, pinceladas llenas de mucha esperanza, plegarias que deben repetirse cada día para tener un mundo mejor. Le deseo une excelente Domingo.
Lorenzo, muchísimas gracias por tu visita.
Rosario, que lo que imploras sea escuchado, que no falte pan ni lectura.
Abrazos.
Ojalá sea escuchado. Muchísimas gracias por tu visita, Elideth.
Rosario, buenos días.
Me uno a tu espiritual, pedimento. Amén.
Amén, apreciada amiga. Gracias por venir.
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