Veo ríos cantarines
entre robles y las hayas,
que van cruzando los montes
sin controlar a las aguas.
Aguas de lluvia y del cielo
que doblaron a las ramas
y saciaron a una tierra,
muy sedienta y precisada.
Es la lluvia del otoño
tan salvaje y necesaria,
que desluce los colores
de los bosques con su magia.
Está el cielo encapotado
con un manto de nostalgia
y las nubes se han dormido
y prosiguen su descarga.
Es el agua que recogen
de unos ojos y sus lágrimas,
que despiertan en los cielos
y que lloran por mil causas.
Llora el cielo y se conmueve
el poeta con las hadas,
que trasmite en unos versos
lo que nace de su alma.
Él ve el río como un niño,
juguetón, en la distancia,
y hasta sueña con su espuma
y blancura que derrama.
Una música, sin nombre,
saca el agua de su entraña
y la ofrece a este poeta
tan sediento de su infancia.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/11/24
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 27 de noviembre de 2024 a las 04:42
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 14
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Classman, Josué Gutiérrez Jaldin, alicia perez hernandez, MISHA lg, Texi
Comentarios3
Veo unos ríos hermosos y que llora el cielo y de unos ojos escapan lágrimas en bellos versos.
saludos poeta
bellisismas letras llenas de sentimiento
de añoranza y dulzura poeta
gracias por compartir
Llora el cielo y se conmueve
el poeta con las hadas,
que trasmite en unos versos
lo que nace de su alma.
besos besos
MISHA
lg
Alicia y Misha, gracias por vuestras p alabras.
Un abrazo y feliz día.
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