Grande niño

José Gomariz Fenoll,

¡Padre! Quiero que sea como antaño

cuando mis necesidades colmabas,

mis caprichos perniciosos negabas

y así me alzaba a superior peldaño.

 

¡Padre! que nada me arrastre al engaño,

diligente administración, sin trabas,

de tus dones, de mí, ahora recabas,

pues malversarlos sería mi gran daño.

 

Vuelvo a ser niño aplicado y afanado,

que en aprender halla su gran fortuna

y su gran anhelo es ser bien mandado.

 

Manso y humilde a ti me he subyugado

y, aliviado al atender tu oportuna

llamada, mi alma descanso ha encontrado.

 

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