Tan inusual tenerlo,
algunas veces con las manos temblando,
y ese conejo blanco,
sin mayor explicación,
ya estaba brincando.
Podría recitar al paladar sus deleites,
cualquiera alcanzaría a comprenderlo,
al ñeco ni verlo,
pues ambos somos de diente prominente.
"Qué en su piel se marque nuestro reflejo”
exige el lagomorfo con vehemencia,
me asusta un poco este conejo,
de impaciente y translúcida presencia.
Mas tenía razón: si en el dulce aparece la silueta,
quiere decir que la dulce barra está correcta,
de chocolate, obviamente,
siendo uno y todos a la vez: el niño
y el conejo insistente.
- Autor: Romina Delucetti (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de noviembre de 2024 a las 10:26
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: Josué Gutiérrez Jaldin, alicia perez hernandez, EmilianoDR, Mauro Enrique Lopez Z., Pilar Luna
Comentarios1
Gracias pii ok e compartir tu poema un placer leerlo con unos excelentes versos .
Saludos y éxitos.
Muchas gracias a ti por leerlo, querido amigo poeta!
Lo mejor siempre!!
Saludos!!!!
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