La Mañana

Mauricio Terragno Artemidoro

Dijo Dios: Cobren vida las formas ideadas

¡Hey tú! Carácter nonato, breva del espíritu

¿En qué cuerpo deseas tener tu morada?

¡Elije qué quisieres ser!, ¡elige con ímpetu!

Que partirán las mónadas a la madrugada

 

“Quisiera ser un gorrión cualquiera

Trasladando la modestia en sus alas

Que se baña en una charca señera

Y al deleitarse con sus pocas aguas

Nos da lección de gratitud tempranera

 

“Quisiera ser una hogaza de pan crujiente

Embajador vitalicio del áureo grano de trigo

Ostentar la primacía del día como nutriente

Que el gluten de mi corazón sea el abrigo

De la historia de civilizaciones y gentes

 

“Quisiera ser la uva que se cosecha al alba

En la que no cesa mi vida y se transforma

Durmiendo en las barricas, en las cavas

Y despertar con sabores taninos y el aroma

De mi otrora juventud agraria que añoraba

 

“Así como el carmesí era antiguo signo regio

Que mi excelencia sea reflejo del color de mi tez

Y si ya mis raíces y mi nombre serán egregios

Mi extraordinaria vida de cepa correrá al revés

Pues mientras muchas almas sufren de ser viejos

Mi cepa alcanzará su plenitud en la vejez”

 

¿Cómo poder tener la modestia del gorrión?

¿Junto a la plenitud de la vejez de la uva grana?

¿Y ser también el pan, abrigo de la civilización?

Es tarde ya, “elige espíritu en qué te encarnas”

¿Cómo cogerlos a todos en una sola elección?

 

“Creo que ya lo sé, mi Señor, ¡Hosanna!

Seré el escenario que cita a todos a reunión”

¡Eureka!, exclamó ¡Quisiera ser la mañana!

 

Mauricio Terragno Artemidoro

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