Desde el cariño o inocencia que aún mantengo enclaustrada en mi presencia,
soy conformista al mantener tu presencia, pero me convierto en un ser quejambroso con tu ausencia,
¿Por qué debo mantener mi distancia?, si llenándote de besos yo estuviera,
no comprendo mi poca certeza, poque te acabo de ver y mi corazón de nuevo te espera,
siento que sus ojos de latigazo se cruzan y mi corazón pacifico se desespera,
perdiendo la paciencia por oír su voz cuando cruza la puerta,
me mantengo tranquila, relajada, con ganas de comerle la boca y arrancarte el corazón,
sí tan solo mis piernas me obedecieran, pero estoy nerviosa y mi sistema nervioso no coopera,
pero no, la intensidad asusta y por usted, me mantengo oculta,
riendo despacio como si mi voz fuera testigo de tan baja potencia,
camino despacio de su mano, aguantándome las ganas de saltar sobre el primer charco, embarrándome entera,
¡Ay, mi Dios!, que me pida pronto, porque no aguanto la espera.
- Autor: Tu novia eterna (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de noviembre de 2024 a las 13:52
- Categoría: Amor
- Lecturas: 17
- Usuarios favoritos de este poema: Josué Gutiérrez Jaldin, ElidethAbreu, Lorenzo13, Antonio Pais, alicia perez hernandez, Mauro Enrique Lopez Z., El Hombre de la Rosa
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