Vuela en penumbra como ave rapaz,
negra y taciturna, al acecho de vida,
cobijada en rabia oscura y contenida,
sangra su herida por desear el mal.
No sabe la rosa por qué la flagelan,
ni qué mano maligna mutila su brote;
no hay lágrima que al agua le derrote,
ni gotas en el aire que la consuelan.
La envidia se nutre, pero nunca se sacia,
devora lo ajeno, dejando dolor;
es hambre insaciable que ignora el clamor,
ni al cansancio cede, ni camina con gracia.
Es árbol que crece retorcido en su raíz,
marchitando su fruto, su orgullo más caro,
creyendo que al fin sería dulce y claro
el goce que añora, su esquiva matriz.
¿Quién puede vivir ajeno a tal veneno,
que corrompe la calma y suelta cadenas?
Quien envidia, su alma a sí mismo condena,
y abre la ventana al abismo más pleno.
José Antonio Artés
Comentarios6
José Antonio, gracias por recordarnos que la envidia es un veneno peligroso, destruye a quien lo crea.
Saludos cordiales.
Emiliano, muchas gracias por tu grato comentario.Saludos cordiales.
Sin dudas la envidia corroe el alma, lastima a quien es victima y a quien de forma incomprensiva la profesa, mantiene una labor constante, se profundiza y esparce dañando, hiriendo, su objetivo destruir a como de lugar de forma directa o solapada, gracias por traer este tema de tanta incidencia en casi todos los caminos donde el destacarse obtener méritos, dar un paso adelante, es motivo de despertar ese sentimiento y reacción muchas veces agresiva, invitando, convite de destrucción, promoviendo el ir con todo.
Saludos, feliz día, Alex.
Hola Alex, Estoy en línea con tu comentario, la envidia es un sentimiento destructivo para quien la padece y para quien recibe sus efectos. Saludo, feliz día, José Antonio
GENIAL Y PRECIADO TU HERMOSO VERSAR ESTIMADO POETA Y AMIGO JOSÉ ANTONIO ARTÉS
RECIBE UN ABRAZO DE TU AMIGO CRÍSPULO DESDE TORRELAVEGA
EL HOMBRE DE LA ROSA
Muchas gracias por tu comentario. Saludos. José Antonio Artés
He trabajado con ese desbalance emocional y es muy duro de aceptar y entender que, eres envidioso, resentido y timorato. Detrás del envidioso, hay penas y minusvalía disfrazadas de coraje. Hay mucho sufrimiento, por verse en desventaja respecto a otros. Hay que trabajar la autoestima, el merecimiento y las heridas del niño interno qué, aún, la persona tiene abiertas y sangrando.*
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Nota: A menos que tenga una malformación en los lóbulos frontales o algún accidente en el proceso de nacimiento, qué impida el funcionamiento normal de los lóbulos frontales, nadie nace psicópata y /o pendenciero. muchos, acostumbrados a ser complacidos, están mascullando con un "pobrecito yo". Esta postura, la representa su rol de niño que, se percibe como, una víctima de injusticias. El trabajo del perdón a los supuestos o reales actos de injusticias, ayudan al afectado. Así también, el responsabilizarse, por el silencio, ante situaciones reales de injusticia. No importa, la edad que tenga una persona, su niño interno no ha crecido y actúa desde la emocionalidad y de manera imprevista. Los actos de injusticia hacen daños profundos, hay que atenderlos. Saludos.
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* (P. D.)La poesía o mejor dicho el ejercicio poético, puede ayudar mucho a desentrañar heridas ocultas y a sanar lesiones emocionales. Por lo menos, en el proceso inicial de "Darse Cuenta".
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Mi cariño y respeto a todos.
Evidentemente es un problema psicológico producido por traumas o sufrimiento infantil, pero yo diría que este es un caso extremo, cuando ya se necesita terapia por que la envidia no te deja disfrutar de la vida. Hay otro tipo de envida, más genérica que está por desgracia está muy implantada en la sociedad. Bueno, muchas gracias por tu comentario tan enriquecedor. Saludos
José Antonio Artés.
Buenos días.-
Lo que dices es sensato y pone orden en los síntomas de una conducta inadecuada. Un placer compartir. Saludos.
Excelentes versos sobre ese gusano que corroe el alma : la envidia ...es la tristeza por el bien ajeno.
"Quien envidia, su alma a sí mismo condena,
y abre la ventana al abismo más pleno"...
Cordial saludo desde la distancia..
Nhylath
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